Fluye como el agua

Fluye como el agua

jueves, 12 de marzo de 2015

Las depresiones necesitan de paciencia. De repente el río entra en una especie de hoyo, y deja de correr con la alegría de antes. En esos momentos, la única manera de salir es contar con la ayuda del tiempo. En el momento preciso, la depresión se llena, y el agua puede seguir adelante. En lugar del hoyo feo y sin vida, existe ahora un lago que los demás pueden contemplar con alegría.

Somos únicos. Nacemos en un lugar que estaba destinado a nosotros, que nos mantendrá siempre alimentados de agua de modo que, frente a obstáculos o depresiones, podamos tener la paciencia o la fuerza necesarias para seguir adelante. Comenzamos nuestro curso de manera suave, frágil, hasta tal punto que una simple hoja puede detenernos. Sin embargo, como respetamos el misterio del manantial que nos engendró, y confiamos en su Eterna sabiduría, poco a poco vamos ganando todo lo necesario para recorrer nuestro camino. 

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