Fluye como el agua

Fluye como el agua

martes, 24 de noviembre de 2009

Remedios de la Abuela (1)


ALCAUCIL (ALCACHOFA): Este descendiente del cardo es reputado con toda justicia como un medio eficaz para combatir las enfermedades del hígado. Nuestros deplorables hábitos alimentarios hacen que hoy en día no se consuman más que las cabezuelas y el fondo, mientras que sus principios más activos se hallan en el leñoso tallo y en las hojas, que pueden ser utilizadas en decocción para combatir las insuficiencias hepáticas y renales, así como algunos reumatismos. Además, el agua de cocción de los alcauciles, aunque menos activa, constituye un excelente estimulante del hígado.

APIO: Su poderoso sabor no gusta a todos los paladares, y es una lástima, ya que, tomado como entrante, constituye un excelente aperitivo. Además, por sus cualidades diuréticas, puede constituir la base de un régimen adelgazante.

ARROZ: He aquí otro alimento completo cuyas propiedades bienhechoras para la sangre, propiedades que nuestros modernos especialistas en dietética acaban de descubrir de nuevo, eran ya conocidas en el siglo XVIII. Actualmente, los médicos lo recomiendan en los casos de hipertensión y en algunas uremias, cuando la sangre se carga de nitrógeno y de urea.
Desde siempre, el arroz —o mejor, el agua de arroz— la sido considerado como uno de los remedios más eficaces contra la diarrea. Las personas de intestinos frágiles tienen la ventaja de prepararse, tres o cuatro veces por semana, un plato de arroz, ya sea para acompañar a una carne, ya sea azucarado en forma de postre.

Fragmento del libro Remedios de la abuela de Jean Michel Pedrazzani

No hay comentarios:

Publicar un comentario